Los sectores no esenciales
se unen a la cuarentena,
menos gente habrá en la calle
y más en la madriguera.

Como con los tres cerditos
que se escondieron del lobo
pero derribó dos casas
con su poderoso soplo.

Ahora estamos todos juntos
en la casa de ladrillo
donde el cimiento es tan fuerte
que soporta los soplidos.

Ya se hartará de soplar,
ya perderá su resuello,
tal vez se nos haga largo
mas tenemos el consuelo

de que hay más gente en la casa,
compartiendo las tareas,
cocinar, fregar, barrer
y más gente haciendo fuerza.

Más gente para aplaudir
para coser mascarillas,
ayudar con los deberes
y acompañar a las crías.

Y seguro que así surgen
en este nuevo escenario
nuevas formas de ayudar,
de ejercer voluntariado.

Tal vez no eres esencial
para salir de tu hogar,
mas demostrarás tu esencia
en tu forma de ayudar.

Quédate sólo en tu cuarto
en contacto con tu esencia,
tal vez se le ocurra algo
que aumente nuestras defensas.

Foto inferior: Alicia Olivar