Época de cuarentena
hay que estar en el hogar,
hay quien este tiempo muerto
lo usa para viajar.

Grandes especies marinas
van llegando a nuestras costas
tal vez se sorprenderán
por la atmósfera amistosa.

Llegan hasta aquí y respiran
tan solo silencio y calma,
llegan y ahora son ellos
quienes nadan en la playa.

Mientras tanto los humanos
dentro de la madriguera
esperamos que se vaya
el depredador que anda fuera.

Quien desde su ventana
puede vislumbrar un árbol
seguro que se pasa horas
sin dejar de contemplarlo.

Y quien no tiene ninguno
al alcance de su vista
seguro que echa de menos
su natural compañía.

Y tal vez cuando se acabe
el periodo de amenaza
le dé un abrazo a algún tronco,
bese sus hojas y ramas.

Seguro que si esta época
consigue hacernos humanos
en una escala mayor
de la que nos encontrábamos

nos haremos más afines
a los seres naturales
pues es lo más natural
en todos los animales.

Fotos: José York