Ahora nos separamos
cumpliendo la cuarentena,
volveremos a abrazarnos
y lo haremos con más fuerza.
Pero esta separación
sólo es físicamente
porque yo me siento unido
a mi mundo y a mi gente.
Intercambios de cariño
y mensajes solidarios
con aquéllos que más sufren
y el personal sanitario.
Sintiéndonos responsables
pues es reto colectivo
aislarnos y separarnos
hasta que se muera el bicho.
Y surgen en la distancia
en su máxima expresión
los lazos entre nosotros
que manifiestan la unión.
Con sentido del humor,
que no se debe perder,
conciertos en los balcones
y festival en la red.
Cuando acecha la amenaza
y pone en riesgo la vida
la humanidad resucita
para salir más unida.
Y todas estas reacciones
abrigan como los abrazos,
nos acarician el alma
haciéndonos más humanos.