Un escenario imprevisto
de dudas y soledad
puede ser lo que me ayude
a redescubrir mi hogar.

Buscar en estanterías
recuerdos de mi pasado,
que nunca quise tirar
y que preferí ir guardando.

Tal vez pase y me tropiece
con algún pilar o piedra
en que nunca mi fijé
y que es lo que me sustenta.

También en mi corazón
tal vez vea un almacén
donde guardaba alimentos
que nada hizo perecer.

Y veré que no hace falta
buscar todo siempre fuera,
porque hay otros cultivos
que también nos alimentan.

Reorganizaré mi casa,
pondré todo en su lugar
para salir con más fuerza
cuando todo quede atrás.

Ahora cierro mi pestillo
pues estoy en cuarentena,
saldrá mi mejor versión
cuando vuelva a abrir la puerta.