No hace falta ser un lince
para pegarle a un balón,
para lanzarse a la pista
y hacer una recepción.

Basta con estar en forma
y saber de voleibol,
recibir con eficacia
y hacer la colocación

que le llegue a nuestro punta
para culminar la acción
y evitar cometer faltas
al hacer la recepción.

No hace falta ser un lince
para forzar un blockout
ni para hacer un bloqueo
que dé punto ganador.

No hace falta ser un lince
pero los nuestros lo son,
y usarán toda su astucia
para ganar cada acción,

para jugar en equipo
con gran compenetración
y demostrarán a Europa
qué es un lince en voleibol.

Dedicado a los Rex Lynxes, en víspera de su debut en el Europeo 2019