Tal vez no copes los rankings
ni te den un MVP
pues en el voley hay cosas
que no se pueden medir.

Pueden contarse los puntos,
medirse la efectividad
pero no las sensaciones
que consigues despertar:

La imprevisión en la acción
y la total contundencia
que le imprimes al balón
rematado con tu fuerza,

la confianza con la que respondes
a cada colocación
y el calor y la alegría
que le das a tu afición.

(Dedicado a Wanda Banguero)