Habita bajo el parqué,
tiene un olfato perfecto
para intuir hacia dónde
va a producirse el golpeo.

Emerge de la madera
en el preciso momento
para salvar el contacto
de la pelota en el suelo.

Cuando su central no puede
contrarrestar una finta
ella sale de su suela
y la colisión evita.

No sabemos si hace túneles
ni el modo en que se desplaza,
sabemos que siempre sale
y repele la amenaza.

(Dedicado a Nira Pérez)