Tus dos primeros ascensos
se fraguaron en San Juan,
en este último San Pedro
te recibirá al llegar.
Enséñale la bandera,
enséñale el brazalete,
coméntale que tu entrega
hizo feliz a la gente.
Pues cuando lleguen las noches
en que la gente no quiera
compartir mis alegrías,
mis sinsabores ni penas
buscaré en lo alto del cielo
hasta encontrar una estrella
donde firme y colorada
vea ondear tu bandera.
(A mi amigo Vicente Fandós. Gracias por todo)