Murió la palabra finta,
el regate recursivo,
que dejaba sobre el césped
a los defensas vencidos.
Murió la palabra porque
ya había muerto el fintador,
se lo cargaron los misters
con pizarra-ordenador.
Usaron como sicarios
los doblajes defensivos
el ir todos contra uno:
dos o tres o cuatro o cinco.
Nadie cree que el Olimpo
se vea de Tajonar
pero no es un espécimen
humano como los demás.
Tiene clásicas virtudes
del antiguo fintador,
¿desafiará este mundo
táctico-depredador?