Fuiste el primer asistente
de gol de esta temporada
pero enseguida tu pierna
se retiró lesionada.
Volviste al largo partido
en el que juegas tú solo
contra el dolor, contra el tiempo
con el consuelo de todos.
Ese mismo que te dice
que muy pronto volverás,
que se cuela en tu ventana
cada día al despertar.
Pues no hay lesión que lastime
tu carácter luchador,
tu superpolivalencia
y tus ansias de hacer gol.