Vives en dos realidades,
nadas para no caer
en las redes que a la lonja
nos llevan para vender.
Y, cuando esquivas sus redes,
nadas buscando altamar
pues el barco se halla hundido
y lo hemos de reflotar.
Empujas el casco y subes
a servir al capitán,
si hace falta arriarás velas
y la bandera izarás.
Prepararás camarotes
y hasta el timón llevarás,
mas no olvides que eres pez
y que lo tuyo es nadar.