031F.Quedan los ecos (Valdechate)Ya no están las porterías,
ni la caseta ni el bar,
tampoco queda la valla
y el terreno no está igual.

Pero sí quedan los ecos
en el campo Valdechate
de tus gritos entregados
que lanzaban los ataques.

“¡Riba, riba!” era tu grito
de guerra en plena batalla
y el pañuelo de Chorroco
celebraba las hazañas.

(Dedicado a Luis Cabezón)