Foto Sergio

Tan poquita cosa
y tan grande a la vez,
11 años han bastado
para aprender a vencer.
Con tu mejor aliado,
un gol en cada partido,
has ido ganando al cáncer
como delantero aguerrido.
Yo te he visto luchar sangre,
pelear hasta caer rendido
y volver a levantarte
como pichichi del equipo.
Una lección de vida,
eso es lo que nos has regalado
y ver que en las cosas pequeñas
está la fuerza de lo más alto.
Sigue jugando al fútbol,
amándolo en cada poro tuyo,
porque ya sabes que no te va a fallar
cuando tengas que necesitarlo.
(A mi sobrino Sergio, con todo mi amor)