006F.Patxi Guembe

Tus botas nunca perdieron
el olor a hierba fresca
y han venido a despertarte
para ir a La Romaleta.

Porque veinte años no es nada,
como el tango de Gardel,
vuelves a sentir los nervios
de aquella primera vez.

Vuelve a bajar por tu frente,
por tu espalda y por tus piernas
el mismo sudor azul
que brota desde tus venas.

Y, entre pase, toque y quiebro,
volverá la inspiración
de ponerla entre las redes
y correr gritando “¡gol!”.

(Dedicado a Patxi Guembe)