Ligero como una pluma,
tan veloz como un avión,
va volando por la pista
en búsqueda del balón.

Cuando lo agarra en sus manos,
de pronto, no se le ve,
tan sólo se siente el ruido
de goma sobre el parqué.

Y, tras los pasos letales,
en el aire se suspende,
busca el ángulo imposible
y dispara entre las redes.

(Dedicado a Carlos Chocarro, jugador lerinés de Anaitasuna, Asobal)

Chupinazo 2014